Educación Ambiental

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y EL DIÁLOGO DE SABERES EN UN CONTEXTO DE CRISIS CIVILIZATORIA – PARTE 1

Curso de formación para docentes de todos los niveles.

Modalidad virtual – Sistema co-autoasistido

Docentes: Lic. Prof. Esp. Graciela Ester Mandolini.

Módulo III: Conflictos ambientales

Problemas y conflictos ambientales. Crisis ambiental: manifestaciones en el orden global, regional y local. Multidimensionalidad en el abordaje de los conflictos ambientales. Problemas de la urbanidad y la ruralidad. Contaminación, explotación de recursos, extinción de especies, transformación de los paisajes y de las culturas, calentamiento global. Movimientos sociales y su perspectiva en relación a la crisis ambiental. Estudio de casos.

Presentación de la clase

En este tercer espacio de encuentro y trabajo que les proponemos desde CTERA, vamos a comenzar a explorar un concepto, cuya dimensión está fuertemente arraigada en los diversos acercamientos que propone la Educación Ambiental. En todos los territorios y geografías de NUESTRA CASA COMÚN se han multiplicado las manifestaciones cotidianas llamadas Conflictos ambientales.

Nuestro territorio no está exento: la resistencia a la minería a cielo abierto, las movilizaciones y debates en torno a la sanción de la ley de protección de bosques nativos, la ley de glaciares, la ley de semillas, la oposición a nuevas instalaciones de rellenos sanitarios en las grandes ciudades,  las demandas de los vecinos afectados por la contaminación con agrotóxicos (los “pueblos fumigados”) son la cara más visible de otras tantas manifestaciones que expresan una creciente conflictividad en relación al acceso, la disponibilidad, la apropiación, la distribución y la gestión de nuestros bienes comunes naturales. Estas manifestaciones de carácter popular, que han ganado la calle y se expresan en espacios públicos, ponen en tensión el sentido de la noción de desarrollo, desarticulándola. De este modo, se evidencia el impacto ambiental en el mediano y largo plazo y el modo en que tales acciones afectan/afectarán los territorios con carácter definitivo e irreversible, en la mayor parte de los casos.

En Argentina, durante los últimos años, la cuestión ambiental ha ganado centralidad pública. En las últimas décadas, el campo de la política ambiental ha sido un ámbito subsidiario en el conjunto de las políticas públicas. Haciendo un repaso histórico puede observarse que en los años del auge desarrollista, cierto nivel de contaminación era entendido como el costo que había que pagar para entrar en la senda del progreso. Durante los gobiernos de facto se llevó a cabo una acción centrífuga, expulsando a la periferia los costos ambientales. Dentro de la misma lógica, los gobiernos de corte neoliberal, continuaron privilegiando la apertura económica, la desregulación, las privatizaciones y la competitividad, dejando afuera todas las ideas de cuidado, preservación de los bienes comunes naturales. Durante las gestiones de gobiernos de raigambre más popular, ante la necesidad de reconfiguración de economías fuertes, en plena reactivación, los debates sobre un desarrollo sustentable quedaron/quedan en suspenso. Como ha señalado Martínez Alier (1998), el PBI y sus componentes son magnitudes que pueden servir como instrumentos en ciertas políticas macroeconómicas pero resultan indicadores muy pobres para identificar avances en materia de bienestar humano y más aún para evitar la degradación de la naturaleza.

Como se planteara en el Manifiesto de la 39° Asamblea RENACE (2016): “Las zonas de sacrificio que aumentan día a día en nuestro territorio, en la forma de mineras, zonas contaminadas, suelos agotados o tierras saturadas de químicos, nos van convirtiendo en refugiados ambientales empobrecidos, aglutinados y aislados en ciudades colapsadas, insustentables, poluídas, fragmentadas y riesgosas, despejándose de habitantes amplias áreas del país que resultan utilizadas luego por las corporaciones. En esos territorios hay historia, había cultura, había gente.”

“El ecologismo pugna por instalar una mirada y una acción crítica que interpele el crecimiento capitalista y sus procesos insustentables que han llevado a la crisis civilizatoria, y que a la vez, de cuenta desde la ética, de las prácticas de desarrollo que aseguren la permanencia de la especie en el planeta, y de todas las demás especies, pues la pérdida de una sola de ellas, nos empobrece como humanidad”.

Compartimos el vínculo con el Manifiesto de la 39° Asamblea de RENACE, publicada en la Red Eco Alternativo

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Mapa 1

Todas las acciones predatorias contra los bienes comunes naturales son el producto de prácticas que intentan cosificar y mercantilizar esos bienes comunes (llamados, desde otra perspectiva, recursos naturales) y la vida misma. Nuestro territorio, en diferentes épocas, siempre ha sido considerado como “una reserva inagotable de recursos naturales” y por lo tanto, una fuente de ingresos que beneficiarían a los sectores del poder concentrado, que se encuentran diseminados a lo largo y a lo ancho del planeta. Existen dos imágenes sobre América Latina, una plantea que ésta se ha construido en base al saqueo y la expoliación de sus recursos, la otra visión es la que plantea la ilusión desarrollista fundada en la idea de que será posible alcanzar niveles de desarrollo superior, explotando los “recursos naturales” que requieren los países centrales.

Vamos a plantear algunos conflictos ambientales, en función de la relevancia que van teniendo en el territorio nuestroamericano.

La defensa del agua. Luchas y resistencias por el agua como fuente de vida:

Mapa 2

¡El agua, fuente de vida! ¿Cuántas veces hemos escuchado esa afirmación? Al observar un mapa hidrográfico de América del Sur, no podemos menos que justificar el nombre que muchos pueblos originarios que habitaban la región, le daban a este territorio nuestroamericano: Comarca del agua. Los grandes y majestuosos ríos atraviesan selvas, bosques nativos, estepas, montañas, planicies. Y durante siglos nos comportamos como si este bien común fuera inagotable. El agua se está contaminando, agotando y privatizando. En algunos lugares, no existe el acceso público a los cursos de agua. Todos los movimientos sociales que han ido surgiendo en torno a este tema, vienen exigiendo desde hace 20 años, análisis de agua potable con detección de químicos utilizados en la agricultura industrial, en la minería, en el fracking y los productos veterinarios utilizados en el marco del modelo productivo hegemónico.

La Carta XV de Naciones Unidas de 2002 reconoce el Derecho al Agua como un Derecho Humano y determina que si los Estados otorgan la concesión del servicio, a alguna empresa privada, deben ejercer los mecanismos de control correspondientes. Esto se complementa con declaraciones posteriores, como el Tratado de Naciones Unidas de octubre de 2010, que declara el derecho al agua y el derecho al saneamiento como derechos humanos fundamentales, ligados a la salud y a la vida.

Durante la década del ´90, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y corporaciones internacionales dedicadas al comercio del agua promovieron el concepto de agua como mercancía, sujeta a las leyes de oferta y demanda del mercado, completamente cosificada, sólo accesible para quienes tuvieran/tienen dinero. Al respecto, les proponemos compartir un cortometraje de animación Abuela Grillo, quizá conocido, pero su diseño y realización, amorosamente elaborados, nos propone una estética para acercarnos al problema de manera comprensible para todas las edades. La abuela grillo forma parte de la mitología del pueblo indígena Ayoreo de Bolivia. Es la dueña de la lluvia y por medio de su canto logra reverdecer los lugares por los que va pasando. Es una producción realizada por dos países: Bolivia y Dinamarca. Su director es Denis Chapon.

¿Lo vemos?

En la misma línea, pero con otras complejidades, puede verse la película “También la lluvia” filmada íntegramente en Bolivia, dirigida por Icíar Bollaín. Es una película dentro de otra película.

Narra el rodaje de un filme de época en torno al mito de Cristóbal Colón, al que pocos pintan como en realidad fue: un hombre obsesionado por el oro, cazador de esclavos y represor de etnias. Esa película se está rodando en un contexto basado en hechos reales del año 2000, cuando la población de Bolivia se levantó contra una poderosa multinacional estadounidense y recuperó un bien básico: el agua. Cuando la compañía norteamericana Bechtel intentó subir de manera disparatada el precio del agua, tuvo lugar una protesta y movilización popular que  la obligó a abandonar el mercado boliviano, quedando cancelado el contrato e instalándose  una nueva compañía bajo control público.

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Afortunadamente con las declaraciones de los años 2002 y 2010 se ha comenzado a revertir este problema y hoy existe una clara conciencia de los pueblos respecto del agua como derecho humano.

Esto ha determinado, el diseño y aplicación de instrumentos legales para la defensa del agua como bien común y derecho humano fundamental. Sin agua no hay vida, sin agua no hay tierra fértil para la producción de alimentos, sin agua no hay vida animal, ni vegetal, no existiría el planeta como lo conocemos. Los diferentes pueblos siempre se asentaron próximos a las fuentes de agua dulce, para desarrollar su cultura y construir un porvenir.

Hoy, muchas fuentes de agua están agotadas, contaminadas, están muriendo, como nos muestran estas fotos del río Paraná que está sufriendo una de las mayores bajantes registradas en los últimos 100 años: por un lado puede observarse una foto del Paraná a la altura del túnel subfluvial que une a las ciudades de Santa Fe y Paraná, por el otro el puente que une las ciudades de Corrientes y Resistencia (foto obtenida del diario Corrientes, hoy del día 2 mayo de 2020).

Compartimos este vínculo del mismo periódico para que puedan observar más imágenes de la bajante histórica de uno de los ríos más caudalosos del continente.

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El elemento primordial es el agua, porque es el agua el elemento que da la vida. Por eso hablamos del cuidado, de la preservación, expresamos la necesidad de utilizarla de una manera responsable, de no derrocharla, de no contaminarla, de cuidarla, de preservarla, para nosotros y para los/las que vendrán. Las asambleas ciudadanas y colectivos afines en nuestro país, hacen un trabajo extraordinario en su defensa. Sólo a título de ejemplo, podemos nombrar algunas: Unión de Asambleas Patagónicas (UAP); Unión de Asambleas de Chubut (UACH); Unión de Asambleas del Kurru Leufu (Río Negro); Asamblea de Comodoro Rivadavia (Chubut); Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Viedma y Patagones; Asamblea Centenario Libre de Fracking (Centenario, Neuquén); Asamblea en Defensa del Agua y de la Tierra (Bolsón, Río Negro); Asamblea Permanente del Comahue por el Agua Allen (Río Negro); Autoconvocados por el Agua Cuenca del Senguer (Sarmiento, Chubut); Colectivo Social y Ambiental Unidos por las Aguas de la Cuenca Currú Leuvú de Viedma y Patagones. (Río Negro y Bs. As.); Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH); Vecinxs en Defensa de la Cuenca del río Azul (Comarca Andina del Paralelo 42); Asambleas por la defensa del Agua en Mendoza, en San Juan; Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú… Y esto, es sólo una muestra de todos los movimientos existentes en el país que se ocupan de la defensa de nuestros bienes. Surgieron frente a cada acción injusta contra nuestros bienes comunes naturales, frente a cada situación de conflicto: Gualeguaychú y la pastera, la cuenca Matanza – Riachuelo, el “agua de Mendoza que no se negocia” ante el embate de las Mineras, el agua de Jachal en San Juan, en idéntico sentido que el anterior, el agua de nuestros mar que es contaminada con derrames de petróleo, y otras sustancias tóxicas, nuestras aguas subterráneas que reciben dada la permeabilidad del suelo, los agrotóxicos que se utilizan en la agricultura industrial. Por ello, repetimos juntos/as la consigna: “El agua está en peligro. La vida está en peligro. Defendámosla”.

Un material imprescindible para trabajar el tema del agua, que vamos a adjuntar como propuesta, es el Hidroscopio de Ramón Vargas y Nidia Piñeyro, editado por PNUMA, Serie Manuales Educación y Capacitación Ambiental:

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Para los profesores de educación inicial y primaria, les recomendamos el libro “El agua, una historia de terror” de Crespi Martín – Chereau, Diana – Pachamamita Libros. Pueden visitar el vínculo para acercarse al material:

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Por último, y con el afán de recrear sentidos existenciales desde una estética que considera todas las expresiones artísticas como imprescindibles, les regalamos esta canción de Jorge Fandermole: “Oración del Remanso” que se refiere a un lugar del Río Paraná.

La megaminería y sus consecuencias:

Mina de Chuquicamata, Antofagasta, Chile

Podemos comenzar diciendo que dentro del modelo extractivista, es una de las prácticas más nocivas, devastadora de montañas, atenta contra la salud de los pueblos y de todos los seres vivos porque envenena el agua, transforma radicalmente los ecosistemas y exprime la tierra hasta agotarla, después de removerla y destruirla. En la década del ´90, una serie de incentivos aprobados por los gobiernos de turno en toda NuestrAmérica, permitió el ingreso masivo de las grandes corporaciones transnacionales: las canadienses Barrick Gold, Aur Resources, Placer Dome, Falcon Bridge, Yamana Gold; las estadounidenses Phelps Dodge, Newmont, Exxon, Río Tinto (Inglaterra); BHP-Billiton de Australia; Sumimoto y Mitsubishi, de Japón; Anglo American Ashanti de Sudáfrica y Xstrata Cooper de Suiza, entre las más importantes. De hecho, estábamos y estamos ante un modelo neoliberal neocolonial que nos impone un proceso de expropiación ecológica sin precedentes.

Minera Alumbrera, Catamarca, Argentina

Sólo a título de ejemplo, podemos pensar juntos/as a partir del análisis de la tabla de insumo/producto del primer mega-emprendimiento minero en Catamarca, Argentina, el de Minera Alumbrera, que indica que ésta extrae anualmente: 180.000 toneladas de concentrado de cobre, para lo cual “procesa” 480.000 toneladas de material rocoso por día, empleando 105.600 kg. de explosivos diarios (conocido como ANFO -del inglés: Ammonium Nitrate – Fuel Oil- un explosivo de alta potencia que consiste en una mezcla de nitrato de amonio y combustible derivado del petróleo),  100 millones de litros de agua diarios, 92.500 litros de combustible diésel por día y 764,44 gwh de electricidad anuales, así cada tonelada de concentrado de cobre exportado por Alumbrera le cuesta al territorio nacional 203.000 litros de agua, 4,25 mwh de energía eléctrica, 973 toneladas de estériles tóxicos a perpetuidad, y 188 litros de combustible aproximadamente. A esto debería agregarse la “capacidad atmosférica” para absorber las 1562,2 toneladas de gases nitrosos que anualmente son liberadas como consecuencia de las voladuras.

A continuación, compartimos una entrevista realizada por el Colectivo Minka Arte y Comunicación, a Javier Rodríguez Pardo. Antes de compartir el video, veamos ¿quién fue Javier? Para ello, te proponemos visitar este vínculo:

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Como material complementario pueden analizar el documental “Espejitos de colores” – guión y dirección de Miguel Mato. Este documental aborda la temática de la minería a cielo abierto y sus consecuencias sociales y ambientales. Trascurre en Argentina, y es una clase abierta de los problemas de la minería que pueden aplicarse a toda América Latina. Actualmente, hay más de 600 proyectos mineros sólo en la cordillera de los Andes de Argentina y Chile. Todos igualmente depredadores, contaminantes, violatorios de valores tales como la soberanía de los países donde se ejerce. Además de mostrar los efectos de la minería a cielo abierto, el documental se detiene en la resistencia de los pueblos afectados y en el rol de las corporaciones. Como en los tiempos de la conquista, el documental revela la inequidad de trocar el oro de Abya Yala por los espejitos de colores del siglo XXI: desarrollo, progreso, trabajo. En el intercambio, falaz y desparejo, arrasan con el agua, las tierras de cultivo, la cultura, la identidad, el concepto de nación. Todo, por oro, el más puro de los metales, y el que más corroe las voluntades humanas.

 Para acceder al documental, abra este vínculo:

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En torno a este tema, la movilización popular, las asambleas ciudadanas, movimientos sociales y otras organizaciones van configurando espacios de lucha y resistencia que progresivamente comienzan a sentar jurisprudencia.

Al respecto, pueden verse algunos logros en el plano de la justicia, como el del ejemplo planteado en este vínculo:

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Para las/los profesoras/es que trabajan con los más pequeños, los invitamos a trabajar de Crespi, Martín “La asombrosa historia de la mega-minería y las mini-regalías” con ilustraciones de Ana Pascale, cuento editado por Pachamamita libros

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El agronegocio: Estrategias para le recolonización del continente

Mapa 3

A finales de la década del ´90 tiene lugar la introducción de la soja transgénica en nuestro país. Este hecho constituyó un punto de inflexión que garantizó el avance del agronegocio en el cono sur. La imposición de los cultivos transgénicos, el fortalecimiento de la soja como commodity global y la apertura neoliberal reinante determinaron una escalada sin precedentes del área dedicada a ese monocultivo.

Monsanto usó a Argentina como cabeza de playa, desambarcó aquí y concretó su invasión en el cono sur, contaminando los países vecinos con semillas que clandestinamente cruzaban las fronteras. A pesar de la resistencia de muchos de los movimientos sociales en los países limítrofes, todos sucumbieron a los transgénicos.

En la temporada 2018/2019 se sembraron con soja transgénica alrededor de 17.000.000 de hectáreas bajo la técnica de siembra directa. Esta superficie representa más del 50 % de la superficie agrícola del país. El 100 % de la soja que se siembra es transgénica resistente al herbicida glifosato (soja RR).

El periodista Dario Aranda -colaborador de Página 12, trabaja junto a comunidades campesinas e indígenas y ha puesto de relieve el impacto del modelo económico extractivo en las poblaciones rurales- publicó en agosto de 2019: “En Argentina, según datos oficiales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en 1995 se utilizaron 42 millones de litros de herbicidas. En 1996 se aprobó la primera soja transgénica (de Monsanto) y el crecimiento del uso de herbicidas fue geométrico: 252 millones de litros en 2011 (último año publicado por INTA). El glifosato es el principal herbicida utilizado. En 2016, datos de la Casafe (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) señalan que se llegó a 290 millones de litros anuales”.

Te invitamos a leer el artículo completo publicado en KAOSENLARED en este vínculo:

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Imagen de tapa del libro ¿Nos envenenan? de Gilles Séralini

El origen de los pesticidas que se utilizan en el campo argentino, tienen un ADN bélico, ya que fueron desarrollos por compañías (Basf, Bayer) que tuvieron, en principio, una actuación importante en algunas de las Guerras Mundiales. En aquel momento, los pesticidas se utilizaban para atacar los campos de cultivo del enemigo. Los británicos comienzan a investigar y surge el 2 4 D que parte de una molécula que se sintetiza para terminar con los cultivos de papas y de remolachas de la Alemania nazi. Al mismo tiempo, el objetivo era erradicar la utilización que se estaba haciendo de la remolacha como combustible para las bombas volantes, que caerían sobre las grandes ciudades europeas. La utilización de esta molécula reaparece en la Guerra de Vietnam. Para ello, el gobierno de Estados Unidos y Monsanto sintetizaron nuevas moléculas que combinaron con ese 2 4 D, para desarrollar lo que sería el Agente Naranja que se usa justamente en la Guerra de Vietnam para erradicar tanto zonas selváticas como los cultivos de arroz del Vietcong. A mediados de los años ´70, muchas de estas compañías entienden que la producción agrícola va a tener una incidencia directa en la alimentación del planeta y que para eso había que desarrollar insumos que pudieran ser utilizados, las armas químicas son reconvertidas en pesticidas, en plaguicidas para aplicar en los campos. Estas compañías empiezan a exportar este modelo a todo el mundo. Argentina ha alcanzado una gran competencia y experticia en la utilización de este tipo de sustancias que fueron desarrolladas con fines de exterminio directo de cultivos. Las corporaciones de la industria bélica reciclaron sus productos y hoy, esas sustancias se utilizan en la producción alimentaria.

En esta propuesta que hacemos, merece un capítulo aparte (y lo tendrá) el impacto que estas sustancias generan en la salud de nuestros pueblos rodeados por desiertos verdes de eventos transgénicos dependientes de agrotóxicos.

Frente a los conflictos ambientales, siempre surge el trabajo, la denuncia, la reflexión y el aprendizaje de experiencias anteriores por parte de nuestros pueblos. En este sentido, los movimientos sociales se expresan de diversos modos: movimientos, declaraciones, reuniones de Pueblos Fumigados como “Paren de Fumigarnos”, de Médicos de Pueblos Fumigados, etc.

A continuación como expresión de las luchas existentes compartimos sólo algunos ejemplos como el de las Madres del Barrio de Ituzaingó (Córdoba) que después de 20 años de lucha llegan a la concreción de un juicio histórico como puede verse en este artículo de la publicación La Tinta

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Y la entrevista a Carlos Manessi que coordina la Multisectorial “Paren de Fumigarnos” de Santa Fe:

Por último, y como otra sugerencia para seguir interiorizándonos de estas acciones rotundamente destructivas de nuestro ambiente, les proponemos ver el documental de Pino Solanas: Viaje a los Pueblos Fumigados (2018)

Para las/los profesoras/es de educación primaria e inicial, recomendamos dos libros de cuentos:

“La fabulosa historia de la sojita traviesa” – Ilustraciones de Ana Pascale – Pachamamita libros

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“La increíble historia de las perdices que comieron felices” de Martín Crespi y Diana Chereau Ilustraciones Diana Chereau – Pachamamita libros.

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El efecto invernadero y el calentamiento global

Pero cómo Uds. ¿Recién comenzaron a destruir el planeta? Quino

Desde la perspectiva del Pensamiento Ambiental Latinoamericano nos referimos al efecto invernadero y al calentamiento global, entendiendo este último como la respuesta/reacción de nuestro planeta ante las alteraciones de la atmósfera que estamos llevando a cabo los/las humanos/as. El efecto invernadero es un proceso natural por el cual los gases que están presentes en la atmósfera “atrapan” la radiación que la Tierra, a su vez, reemite al espacio. Esta emisión de la Tierra es producto del calentamiento de su superficie por la radiación solar.  Así, el efecto invernadero hace que la temperatura media de la Tierra sea de alrededor de 33° C, mayor que si este proceso no ocurriera. Aunque la superficie terrestre, los océanos y los hielos son calentados directamente por el Sol, no absorben la energía. Parte de ella es devuelta hacia la atmósfera como otro tipo de energía que, una vez en ella, es retenida momentáneamente por el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y otros gases, como los clorofluorocarbonos, los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos, el óxido nitroso y el hexafluoruro de azufre, entre los más importantes. Los gases que tienen esta propiedad se denominan gases de efecto invernadero (GEI). Otros gases, como el oxígeno y el nitrógeno, aunque se encuentran en mayor proporción en la atmósfera, no contribuyen al efecto invernadero. Como resultado, el planeta se mantiene lo suficientemente templado como para hacer posible la vida.

El efecto invernadero impide que los días sean demasiado calurosos o las noches demasiado frías. Si este fenómeno no existiera, las fluctuaciones serían intolerables. A pesar de ello, una pequeña variación en este delicado balance de absorción y emisión de energías puede causar graves estragos.

Los productos de muchas actividades humanas contribuyen sustancialmente al incremento del efecto invernadero: la quema de combustibles fósiles, la agricultura, la ganadería, la deforestación, algunos procesos industriales y los depósitos de residuos urbanos provocan el aumento de las concentraciones de estos gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este incremento de las concentraciones de los GEI hace que la capacidad de la atmósfera de retener parte de la energía reflejada por la Tierra aumente, lo cual produce finalmente el calentamiento global. El aumento en la concentración de estos gases no sólo va provocando cambios en la temperatura sino también en el clima mundial: alteraciones en los regímenes de precipitaciones, incremento de la desertificación, de los ciclos agrícolas y el derretimiento de los hielos, lo que, además, incrementaría el nivel del mar causando inundaciones en las zonas costeras. También el vapor de agua presente en la atmósfera realiza una contribución importante al efecto invernadero.

Hace casi 20 años, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (PICC/IPCC) comunicó en uno de sus informes: “Existen pruebas nuevas y más convincentes de que la mayor parte del calentamiento observado durante los últimos cincuenta años, se puede atribuir a actividades humanas.”

Hay que tener en cuenta también, que los compuestos sintetizados, que no existían en la atmósfera naturalmente, son más difíciles de procesar por los sistemas naturales; por ello, sus emisiones tenderán a permanecer en la atmósfera más tiempo que las de aquellos de origen natural. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha ido aumentando, desde la Revolución Industrial, de 280 a 365 partes por millón.

Arte Satírico de Pawel Kuczynski

El clima de la Tierra ha cambiado muchas veces a lo largo de la historia. Esta variación se debió a cambios naturales que se han producido en el equilibrio entre la energía solar entrante y la energía reemitida por la Tierra hacia el espacio. Entre las causas naturales de esas variaciones se pueden citar las erupciones volcánicas, los cambios en la órbita de traslación de la Tierra, los cambios en el ángulo del eje de rotación de la Tierra con respecto al plano sobre el que se traslada y las variaciones en la composición de la atmósfera. Los incrementos de temperatura no son homogéneos en el planeta. Sin embargo, el sistema climático global se ve alterado con aumentos de temperaturas, modificaciones en los regímenes de precipitaciones en muchas regiones e incrementos de la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos, generadores de inundaciones y sequías. El calentamiento global tiene impacto también sobre el nivel del mar. En el último siglo, éste ha crecido alrededor de 20 cm.

Arte Satírico de Pawel Kuczynski

Un cambio climático global de la magnitud y la velocidad que algunas organizaciones vienen previendo, provocaría alteraciones importantes en la biosfera que podrían conducir a migraciones y extinciones de numerosas especies. Estos cambios afectarían también las actividades humanas en general y, muy en especial, las que son críticamente dependientes del clima, como la agricultura. Además, tendrían efectos adversos sobre la salud humana debido al desplazamiento de algunos vectores transmisores de enfermedades. Por ejemplo: el desplazamiento de Aedes aegypti a regiones ubicadas más al sur de la zona tradicional de dispersión poblacional del vector del virus dengue, situación que, como sabemos, viene ocurriendo en la actualidad.

La combinación de modificaciones en el sistema Tierra-Atmósfera-Océanos-Biosfera a escala planetaria suele denominarse Cambio Global. Como puede verse, este concepto resulta más amplio y abarcador que el de cambio climático. En tal sentido, entendemos por Cambio Global la integración de los problemas ambientales causados por hechos que tienen su origen en las actividades humanas y que dependen de la cantidad de la población planetaria, su nivel de consumo (en particular energético) y la elección de las tecnologías. Estas causas, entre otras, conducen al calentamiento terrestre, el adelgazamiento de la capa de ozono, la modificación de la biodiversidad, la desertificación, las precipitaciones ácidas y la eutrofización de las aguas.

 

Argentina no escapa a la influencia del calentamiento global y estudios recientes han mostrado que ya ha habido un aumento entre medio y un grado de temperatura (sobre todo la mínima) en los últimos 50 años, coincidentemente con el calentamiento global. También se ha encontrado que hay un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor, así como un aumento de intensidad de los eventos extremos de lluvia.

Se han realizado acuerdos tendientes a regular la emisión de gases a la atmósfera, pero el principal problema radica en que esos gases se relacionan principalmente con el uso de combustibles fósiles, es decir, con el uso de petróleo, carbón, que nosotros utilizamos para transporte, energía, y es por eso que el desafío es transicionar a formas de energía renovables, más amigables con la naturaleza, mejorando la eficiencia del transporte, evolucionando hacia modelos de producción agrícola sustentables. La modificación de pautas de producción y consumo así como la integración de infraestructuras, tecnologías, instituciones y normativas aparecen como los principales puntos de la transformación cultural que implica la conversión hacia una economía basada en la reducción del uso de carbono.

Para que las estrategias de adaptación a seguir sean efectivas es imprescindible reducir las incertidumbres con respecto a los cambios previstos y ello sólo puede realizarse si se priorizan investigaciones y proyectos de estudio y trabajo en temas relativos a la ciencia climática para considerar los cambios observados y las perspectivas futuras.

Las estrategias didácticas que podemos utilizar como trabajadores/as de la educación para abordar estos temas, constituyen una construcción continua, confluyen multiplicidad de búsquedas, en un proceso de retroalimentación entre la cultura y la naturaleza, los/las docentes y los/las estudiantes, la escuela y la comunidad, generando procesos creativos y comprometidos con la realidad, promoviendo la construcción de procesos de enseñanza – aprendizaje destinados a alcanzar una sociedad basada en la justicia ambiental, social y por supuesto, curricular.

Nos quedan por abordar muchos otros conflictos ambientales, seguiremos buscando el modo de aproximarnos a cada uno de ellos. Hasta el próximo encuentro.

Referencias

Mapa 1: Expresión artística extraída de Crespi, M. (2019). Naturaleza humana. El arte como expresión. Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina: Pachamamita libros.

Mapa 2: Cartografía de América del sur – disponible en Google.

Mapa 3: Expresión artística extraída de Crespi, M. (2019). Naturaleza humana. El arte como expresión. Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina: Pachamamita libros.

Las fotografías pertenecen a imágenes seleccionadas de artículos periodísticos, publicados en prensa nacional y regional.

Otras imágenes disponibles en la web: Imagen de tapa del Libro ¿Nos envenenan? de Gilles Séralini; Viñeta de Quino, de su obra Si, Cariño! (1987); 2 imágenes de las obras de Arte Satírico de Pawel Kuczynski, joven ilustrador nacido en Szczecin (Polonia), ganador de 92 premios nacionales e internacionales en caricatura e ilustración. Explica que trata de convertir en dibujos sus observaciones sobre la condición humana y cree que los artistas pueden cambiarlo todo. Polemiza e ironiza sobre la realidad. Sus trabajos son una denuncia constante al estado de cosas naturalizado; por último imagen de la frase de Eduardo Galeano disponible en la web.

Textos de la clase

Aranda, D. (2015). Tierra arrasada. Petróleo, soja, pasteras, megaminería. Radiografía de la Argentina del siglo XXI. Buenos Aires: Sudamericana.

Crespi, M. (2019). Naturaleza humana. El arte como expresión. Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina: Pachamamita libros.

Manifiesto por la vida. Por una ética para la sustentabilidad

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Merlinsky, G. (comp.) Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Buenos Aires: Clacso Libros

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Merlinsky, G. (comp.) Cartografías del Conflicto Ambiental en Argentina II – Buenos Aires: Clacso Libros

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Séralini, Gilles Éric. (2014) ¿Nos envenenan? Transgénicos, pesticidas y otros tóxicos. Como afectan a nuestras vidas y como se ocultan sus consecuencias. Barcelona: Ned Ediciones.

Vargas, R. – Piñeyro, S. (2005) Hidroscopio. Texto: Serie Manuales de Educación y Capacitación Ambiental (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – Oficina Regional para América Latina y el Caribe – Red de Formación Ambiental.

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Otra Bibliografía

Leff, E. (2002). Saber ambiental. Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. México: S.XXI Editores – PNUMA.

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Motomura, O. (2002) “Desarrollo sustentable: principios éticos para hacer que las cosas pasen. Artículo publicado en Leff (Coordinador) “Ética, vida, sustentabilidad”. Colección Pensamiento Ambiental Latinoamericano. PNUMA. México.

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Tonatiuh Ramírez Beltrán, Meixueiro Hernández, Rafael (Coordinadores) (2016). Once estrategias didácticas fundamentadas de la educación ambiental para la Escuela. México: Editorial La Zonámbula.

Trellez Solis, E. (2002) “La ética ambiental y la educación ambiental: dos construcciones convergentes”. Artículo publicado en Leff (Coordinador) “Ética, vida, sustentabilidad”. Colección Pensamiento Ambiental Latinoamericano. PNUMA. México

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Otros materiales

Manuales de Educación Ambiental – Ideas y propuestas para docentes

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Cartografías del Sur – Universidad Nacional de Avellaneda – Texto Cartografías del sur. Revista de Ciencias, Arte y Tecnología.

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